27.4.20

Endivias con mozzarella y tomate





Las endivias son uno de esos vegetales que se pueden consumir crudos sin ningún inconveniente. Pero también resisten la cocción. Son muy versátiles, algo amargas pero suaves en su sabor y se pueden tomar crudas en ensaladas y como crudités, como guarnición, al horno, asadas o a la parrilla. e incorporándolas a algún guiso. Tienen pocas calorías y son ricas en fibra, vitaminas y minerales. Pertenece a la misma familia que la escarola y la achicoria. Son un cultivo de temporada fría, parece ser que son mucho más resistentes al frío que la lechuga.

Muy populares en Francia, donde se consumen a menudo con salsas hechas a base de queso roquefort o mostaza. En España se han empezado a consumir hace relativamente poco tiempo.


  • Ingredientes:
500 gr. de endivias
200 gr. de mozzarella
1 lata grande tomate pelado
2 cebollas
20 hojas de albahaca 
2-3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Azúcar
Sal
Pimienta negra molida







  • Preparación:
Picamos finamente las cebollas y las rehogamos en una sartén con el aceite hasta que estén transparentes. Añadimos los tomates con parte de su líquido y los vamos aplastando con la espumadera mientras se van haciendo. Sazonamos con la sal, media cucharadita de azúcar, pimienta negra, y añadimos la mitad de las hojas de albahaca picaditas. Lo tapamos y lo dejamos cocer a fuego medio durante 10 minutos.

Cortamos las endivias por la mitad, a lo largo, y las colocamos sobre la salsa de tomate con el corte hacia abajo. Tapamos y dejamos cocer durante 20 minutos.

Precalentamos el horno a 150º y cortamos la mozarella en rodajas que no sean gruesas.

Cuando tengamos cocidas las endivias, quitamos la sartén del fuego y las pasamos, junto con la salsa a una fuente de horno. En la fuente las pondremos con la parte cortada hacia arriba. Cubrimos con las rodajas de mozzarella y espolvoreamos con un poco de sal. Las metemos en el horno y las dejamos unos 10 minutos o hasta que la mozzarella se funda.

Sacamos del horno y espolvoreamos con la albahaca restante picada finamente. Servimos caliente.

Si no tenéis albahaca fresca en ese momento, podéis utilizar la seca. Es lo que hice yo porque no la tenía.


Esta receta la he sacado del libro “1460 recetas para disfrutar de las verduras todo el año” de Karin Leiz.