Uno de los más tradicionales es el Pastel invertido de piña, muy popular en los años 20 en Estados Unidos, debido a que la piña en conserva estaba muy de moda en aquellos años, y fue precisamente en 1920 cuando apareció por primera vez una receta de este delicioso pastel.
La piña en conserva se encontraba a un precio muy bajo y las recetas en torno a ella no dejaban de sucederse, pero este pastel se hizo tan popular que cuando una de las compañías más populares envasadora de piñas en Estados Unidos organizó un concurso de recetas, recibió más de 2500 recetas de este pastel mismo pastel.
Hoy en día podemos encontrarnos muchas versiones de él, con distintas frutas y distintos tipos de masas. Yo he optado por el mango.
Es un pastel que tienen muchas posibilidades y que lo podemos adaptar a los gustos de cada uno de nosotros, tanto en el topping, como en el relleno de la masa, que también podemos hacerla de chocolate, con algún que otro sabor, especias, teñir la masa, etc.
También el modo de presentación puede cambiar y podemos optar por las versiones individuales. La receta que pongo es la que lleva la piña, que es la original.