Soy de las que les encanta la carne prácticamente cruda, bueno solo la de vaca, y no aguanto un trozo de carne a la plancha que esté muy hecho, no me lo puedo comer. Sin embargo la carne asada, aunque tiene que estar muy hecha, si me gusta, será porque tiene salsa. Eso si, me gusta dorarla mucho antes de ponerla a guisar. De hecho, el aceite tras dorar la carne, está prácticamente negro.
La carne que mejor presentación tiene es el redondo, sin embargo es la que queda más dura, tiene la ventaja de que es un trozo prácticamente limpio de nervios, pero es más tierno el solomillo francés o la punta de rabadilla. En este caso he utilizado el solomillo francés.
- Ingredientes:
1 cebolla grande
3 zanahorias
Vino blanco de cocinar
Aceite de oliva virgen extra
Sal
1 vaso de agua
- Preparación:
Cortamos la carne en filetes y la ponemos en una cazuela, añadimos la salsa y la dejamos cocer unos diez minutos, despacio. Acompañar de puré de patata o patatas fritas.
NOTA: La carne de redondo es la que tiene mejor presentación pero es la más dura. Es mejor comprar punta de rabadilla, solomillo francés u otra pieza que nos aconseje el carnicero.