21.1.11

Risotto con tomate, queso y hierbas aromáticas






Os presento un plato de risotto que para mi gusto, bueno me encanta la salsa de tomate, está estupendo. El arroz admite prácticamente cualquier ingrediente y yo no conozco a nadie que no le guste, seguro que habrá alguien.

El arroz es un cereal que se considera un elemento básico en la alimentación de muchos países, dicen que es el segundo alimento más utilizado del mundo después del trigo. En Asia es el primero. Desde luego en España se ha convertido en un alimento fundamental, sobre todo en la zona del Mediterráneo.

El risotto es, junto con la pasta, una de las más afortunadas creaciones de la cocina italiana. Se prepara como en el caso de la pasta, a partir esencialmente de un ingrediente, en este caso el arroz que suele ser del tipo “arborio” (pero también se utiliza el “carnaroli”), básicamente con mantequilla, vino, consomé y queso parmesano, al que se le puede agregar durante su preparación, cualquier sabor a cosa comestible: vegetales, productos del mar, aves, carnes, caza, vísceras, embutidos, hierbas, especias, frutas, etc.


  • Ingredientes:
400 gr. de arroz arborio para risotto
1 y ½ litro de caldo de pollo
1 vaso de vino blanco
125 gr. de mantequilla
1 cebolla picada muy fina
2 dientes de ajo muy picados
8 tomates deshidratados
4 cucharadas de salsa de tomate
Perejil
Orégano
Albahaca
Tomillo
Mejorana
100 gr. de parmesano recién rallado
Sal







  • Preparación:
Poner el caldo a fuego lento y mantenerlo caliente, pero sin que llegue a hervir. Derretir en una cazuela la mitad de la mantequilla y añadir, los tomates, los ajos y las cebollas, todo ello troceado muy fino, rehogar a fuego lento hasta que esté todo tierno y la cebolla transparente, una vez conseguido este punto, añadir el vino y dejar reducir. Añadir el arroz y saltearlo 1 minuto. Añadir el perejil, el orégano, la albahaca, y tomillo y la mejorana, todo ello picado muy fino. Añadir la salsa de tomate.

Ir añadiendo el caldo poco a poco, siempre removiendo con cuidado y esperando que el arroz absorba casi todo el líquido antes de añadir más. No debe hervir a borbotones ni tampoco quedar demasiado seco. Tiene que quedar “al dente”.

Añadir sal al gusto, incorporar la mantequilla restante y remover suavemente. Incorporar al risotto el queso y remover nuevamente con mucho cuidado. Tapar la cazuela y dejar el risotto un par de minutos en la cazuela antes de servir.