Si existe un alimento del mar muy consumido por parte de muchas personas en nuestro país, ese es sin ninguna duda el mejillón, un producto natural y saludable con un delicioso sabor. Ricos en proteínas, contienen muy poca grasa, también son ricos en vitaminas y minerales.
Normalmente los mejillones siempre los compraremos vivos, aunque los podemos encontrar envasados al vacío o congelados. Para saber si están vivos debemos golpearlos ligeramente y si no se cierran hay que desecharlos. Haremos lo mismo con los que tengan la concha rota, y con los que una vez cocidos no se abran, tirarlos.
No los tendremos más de 2 días en el frigorífico, ya que es un producto vivo y se ha de cocinar vivo. Para conservarlos, mojaremos un paño de cocina con agua y sal, lo escurriremos y envolveremos los mejillones con él. Por cierto, se hace lo mismo con las almejas.
- Ingredientes:
100 gr. de cebolla
1 diente ajo
5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
10 gr. harina
1 cucharada sopera rasa de pimentón (Podémos poner la mitad picante)
1 copa de vino blanco
170 gr. agua
1 hoja laurel
- Preparación:
Limpiar los mejillones
Para limpiarlos deberemos raspar la concha con un cuchillo y así quitaremos la especie de pelillos y los crustáceos que hay adheridos a su concha. Aunque una forma más fácil de limpiarlos es raspando las conchas con un estropajo de acero.
También eliminaremos el biso o filamento que lleva entre sus dos valvas, cogiendo con la punta del cuchillo el extremo y dando un tirón hacia delante y hacia abajo, para extraerlo y no romper su carne. Los lavamos bajo el chorro de agua fría y ya podemos cocinarlos.
También eliminaremos el biso o filamento que lleva entre sus dos valvas, cogiendo con la punta del cuchillo el extremo y dando un tirón hacia delante y hacia abajo, para extraerlo y no romper su carne. Los lavamos bajo el chorro de agua fría y ya podemos cocinarlos.
Cocer los mejillones al vapor
Ponemos la cazuela a fuego lento con un poco de aceite de oliva, como 1 cucharada sopera y media y una hoja de laurel. Cuando el aceite empiece a calentarse, rehogaremos el laurel rápidamente y echaremos los mejillones todos a la vez. Tapamos y subimos el fuego. Contamos 3 minutos más o menos desde que hayamos cerrado la tapa. Menearemos la cazuela unas cuantas veces para que los mejillones que estén abajo no se recuecen más que los de arriba. Una vez transcurrido el tiempo apagamos, colamos el agua que hayan soltado, quitamos una de las dos conchas y reservamos.
Ponemos la cazuela a fuego lento con un poco de aceite de oliva, como 1 cucharada sopera y media y una hoja de laurel. Cuando el aceite empiece a calentarse, rehogaremos el laurel rápidamente y echaremos los mejillones todos a la vez. Tapamos y subimos el fuego. Contamos 3 minutos más o menos desde que hayamos cerrado la tapa. Menearemos la cazuela unas cuantas veces para que los mejillones que estén abajo no se recuecen más que los de arriba. Una vez transcurrido el tiempo apagamos, colamos el agua que hayan soltado, quitamos una de las dos conchas y reservamos.
Preparar la salsa
Troceamos la cebolla y el ajo.
Ponemos en una cazuela aceite de oliva y cuando empiece a calentar añadimos la cebolla y el ajo, pochamos. Añadimos la harina, removemos. Añadimos el vino y dejamos evaporar el alcohol del vino. Añadimos el pimentón, rehogamos y añadimos el agua. Dejamos hacer la salsa unos cinco minutos. Si nos parece que la salsa está algo caldosa dejamos espesar un poco. Apagamos y trituramos.
Preparamos los mejillones en salsa
Preparamos los mejillones en salsa
Ponemos la salsa en una cazuela, añadimos los mejillones y damos un hervor todo junto. Servimos inmediatamente.