19.6.17

Pepinos rellenos de ensaladilla de gambas





Cuando probé por primera vez esta receta me conquistó enseguida. Saque una foto para no olvidarme de ella y prepararla en casa a la vuelta de mi viaje. Ya lo he hecho en varias ocasiones y me sigue pareciendo buenísima. Es fresca y deliciosa.

Es una receta fácil, con una bonita presentación y que, si nos gusta el sabor del pepino, hará las delicias de nuestro paladar. La he preparado con ensaladilla de gambas, pero podemos utilizar alguna otra como por ejemplo estas: “Ensaladilla de cangrejo”, “Ensaladilla rusa”, “Ensaladilla de merluza y langostinos”, podéis encontrarlas todas en el blog.

Podemos tomar estos pepinos como primer plato o como acompañamiento de algún otro. Aunque es un plato frio, se puede tomar en cualquier época del año. No pongo cantidades porque estas dependerán del número de comensales que tengamos en nuestra mesa.

Como los pepinos los tenemos que vaciar, no tiraremos su carne, la podemos utilizar, por ejemplo para hacer esta receta que tenéis en el blog “Crema fría de pepino y yogur”


  • Ingredientes:
Pepinos
Patatas
Huevo cocido
Gambas cocidas
Perejil
Sal
Mayonesa







  • Preparación:
Se pelan las patatas en trozos pequeñitos y se ponen a cocer. Cuando están cocidas se les añade la sal y se deja dar un hervor, se quita el caldo de la cocción y se espera a que se enfríen.

Cuando estén frías se les añaden todos los ingredientes picados, menos el pepino el perejil, y se mezclan. Dejamos unas gambas picadas para adornar. Se añade la mayonesa en cantidad abundante y se mezcla. Conservar en la nevera hasta el momento de utilizar. 

Lavamos los pepinos y los secamos. Los cortamos en cuatro o cinco trozos cada uno, dependiendo del tamaño del pepino, y los vaciamos por dentro con cuidado de no romperlos. La carne del pepino podemos utilizarla para preparar una ensalada o una crema fría. Ponemos un poco de sal por dentro de cada trozo de pepino y con el pelador de judías vamos quitando partes del mismo para que nos vayan quedando como a rayas. Los ponemos boca abajo, en un escurridor, para que suelten líquido unos veinte minutos. Después los vamos colocando en una fuente o en cada plato en el que los vayamos a servir.

Los rellenamos con la ensaladilla, los adornamos con un trozo de gamba y un poco de perejil, o cebollino, y los metemos en el frigorífico hasta el momento de servir.