Esta tarta que os presento hoy, es la típica receta de aprovechamiento de los restos que quedaron de la comida del día anterior. Se me ocurrió porque, aunque yo había preparado los dos platos, no había comido en casa, y al decirme mi marido que él lo había comido todo junto, y que estaba muy rico, por no repetir lo mismo, pensé en preparar una tarta con lo que había sobrado.
El resultado ha gustado mucho, pues es una tarta con mucho sabor, que acompañada con una ensalada es un plato único muy completo.
Como veréis, en los ingredientes y en la preparación, os remito a las dos recetas que tengo en el blog de las berenjenas con jamón y del ragú.
- Ingredientes:
1 paquete de masa brisa
Berenjenas con jamón (Receta Aquí)
Ragú de carne (Receta Aquí)
3 huevos
- Preparación:
Ponemos la berenjenas y el ragú en un colador para que suelten el líquido sobrante.
Separamos los trozos de carne del ragú y los picamos con el accesorio picador de la batidora de mano, o con otro tipo de picadora que tengamos.
Precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo, y extendemos la masa brisa en un molde de quiche o tartas, sin estirarla para que después no encoja. Pinchamos toda la base con un tenedor para que no se hinche, ponemos por encima el papel con el que viene la masa, lo recortamos un poco y lo cubrimos con unos garbanzos crudos.
Introducimos el molde en el horno y lo dejamos cocer el tiempo que nos indique el fabricante. Suele ser unos 10-15 minutos. Pasado el tiempo sacamos el molde del horno.
Subimos la temperatura del horno a 200º.
Mientras, batimos los huevos y los añadimos a la mezcla de berenjenas y ragú. Mezclamos bien y vertemos en la base de la tarta. Metemos en el horno y lo dejamos cocer 30 minutos.
Sacamos, dejamos templar y servimos.
Como en un plato muy completo, podemos acompañar la tarta con una ensalada y tendremos un plato único estupendo.
