La lasaña es un tipo de pasta italiana que se sirve en láminas intercaladas con ingredientes al gusto y se termina con la bechamel. Tiene que tener al menos cuatro capas, pero podemos hacerla de muchas más. Es una entrada o un primer plato que se suele comer caliente, aunque podemos hacer alguna receta sin que tengamos que utilizar el horno. Tengo una receta en el blog de lasaña fría "Lasaña fría con gambas, aguacate y ensalada".
La más conocida en la lasaña boloñesa. Podéis ver la receta de este blog Aquí.
La lasaña es un plato que creo que gusta a casi todo el mundo, y en concreto esta con espinacas es una manera de hacer que los niños la tomen mejor. en general las espinacas no son una verdura que sea fácil para dar a los niños.
La pasta de la lasaña podemos prepararla haciendo pasta fresca, o comprarla ya hecha. Aunque hago pasta fresca en casa, he optado por comprar unas placas que no es necesario hervirlas ni remojarlas de antemano. Se hacen en el horno directamente con el relleno que queramos. No es como la pasta fresca, pero es cómoda y está rica.
Mi receta de "Pasta fresca"
- Ingredientes:
1 kg. de espinacas congeladas o el doble de frescas
250 gr. de queso Mascarpone
Parmesano rallado
1 litro de Bechamel
Acéite de oliva virgen extra
2 dientes de ajo
Sal
Mantequilla
- Preparación:
Cocemos las espinacas con agua y sal, si son congeladas, y cuando estén cocidas las escurrimos bien. Si son frescas las cocinaremos directamente en la cazuela o sartén en la que las vayamos a preparar.
En una sartén ponemos 4 cucharadas de aceite y los dos dientes de ajo partidos por la mitad. Cuando los ajos comiencen a dorarse los sacamos. Picamos las espinacas, las añadimos a la sartén, y las cocinamos durante un par de minutos si son congeladas y durante unos cinco minutos si son frescas. Apagamos el fuego, añadimos el queso Mascarpone y mezclamos bien para que se deshaga con el calor residual. Dejamos enfriar.
Cocemos las placas de lasaña siguiendo las instrucciones del fabricante, o utilizamos unas que no hay que cocer previamente. Preparamos la bechamel. Ver receta Aquí. Con las placas de lasaña que no necesitan cocción debe ser abundante para que no quede seca.
Precalentamos el horno a 220º, con calor arriba y abajo.
Cuando tengamos la bechamel cubrimos ligeramente el fondo del recipiente que vayamos a utilizar para el horno. Ponemos una base de cuatro placas de lasaña y encima la mitad de las espinacas. Otra capa de lasaña y otra de espinacas. Otra capa más y terminamos con una cuarta capa de lasaña. Cubrimos con la bechamel restante, espolvoreamos con el queso Parmesano y ponemos por encima unas nueces de mantequilla.
Metemos en el horno y horneamos unos veinte minutos o el tiempo que nos indique el fabricante. Si es necesario gratinamos un poco hasta que adquiera el color que nos gusta.
Dejamos reposar la lasaña, fuera del horno, unos quince minutos antes de servirla.