Verdinas con bacalao





Todavía no hace calor y podemos degustar este delicioso plato de cuchara sin problemas. Bueno, por aquí la verdad es que los tomamos prácticamente todo el año. La primera vez que las probé lo hice en Asturias.

A día de hoy no he conseguido saber si se trata de unas alubias que se recolectan cuando aún están verdes y se dejan secar, o es que son así desde el principio al final.

Después de cocidas siguen teniendo ese color verde que las caracteriza. Son pequeñas, suaves de sabor y muy ricas.  Aconsejan comerlas con pescado o marisco. Podéis ver en el blog otra receta "Verdinas con almejas".

Aunque donde me las venden me dicen que no hace falta ponerlas a remojo, yo si lo hago.  Creo que no les viene mal.



  • Ingredientes: 

1 kg. de verdinas
1 kg. de lomos de bacalao desalado (Pueden ser migas)
1 cebolla grande
1 cabeza de ajos entera.2 puerros.
2 zanahorias.
100 ml. de aceite de oliva virgen extra
Agua
Sal.

Para el sofrito del bacalao:
2 dientes de ajo
1 ramillete de perejil fresco
200 ml. de vino blanco seco
Aceite de oliva virgen extra
Azafrán






  • Preparación:
Empezaremos lavando los lomos de bacalao con agua para quitar toda la sal que tiene adherida y lo ponemos a remojo durante 24 h. en un recipiente con abundante agua en la nevera, cambiaremos el agua tres veces. Si compramos el bacalao desalado obviamos este paso.

Ponemos las verdinas a remojo 8 horas antes de comenzar el guiso para que se hidraten y nos faciliten la cocción.

Ponemos el bacalao en una cazuela con abundante agua y lo ponemos al fuego, cuando comience a hervir lo retiramos, esperamos a que se enfrié y lo desmigamos con mucho cuidado para que no quede ninguna espina. Reservamos el agua de la cocción.

Ponemos la olla al fuego y echamos las alubias, los puerros bien lavados y cortados en brunoise, las zanahorias peladas y troceadas, los ajos troceados, la cebolla cortada en brunoise y el aceite, añadimos el agua de la cocción del bacalao hasta que lo cubra todo, y agua normal si es necesario, y un par de dedos más.

Cuando empiece a hervir lo pondremos a fuego lento durante dos horas, más o menos, hasta que las verdinas estén tiernas. Hay vigilar que siempre tengan suficiente líquido y en caso de que sea necesario añadir más, deberá ser siempre fría. Si las tenemos que remover no debemos meter la cuchara para no deshacerlas, es mejor mover la cazuela.

Cuando las alubias estén tiernas, ponemos una sartén al fuego con aceite y añadimos los dientes de ajo bien picados, y cuando estén ligeramente dorados añadimos el perejil bien picado, el azafrán y el bacalao desmigado, y lo rehogamos un instante. Añadimos el vino blanco y esperamos a que se evapore el alcohol. Entonces lo añadimos a las verdinas, añadimos la sal si es necesario, y dejaremos que se haga todo junto durante unos diez minutos.

Es mejor prepararlas pronto por la mañana o mejor el día anterior. Este tipo de platos tienen que posar.